lunes, 5 de mayo de 2008

El placer del sexo oral. Zonas de placer masculino


Id progresivamente del menos al más sensible para conseguir aumentar la excitación a lo más alto. Esto es lo que puedes hacer siguiendo estos consejos…

Los pezones

En el hombre esta zona es una zona muy erógena y desconocida. Los movimientos más eficaces y aconsejables son los que se realizan con la boca, succionando con relativa fuerza, aunque siempre manteniéndose suave. Este gesto tiene incluso tendencia a aumentar claramente la erección, si dura lo suficiente.

El escroto

Es la piel que rodea a los testículos. Su sensibilidad varía mucho, dependiendo de los hombres. Algunos adoran las caricias, la lengua que lame, la boca que mordisquea y otros permanecen imperturbables, encontrando esta zona muy poco sensible. ¡De ti depende de probar y comprobar el resultado!

El perineo

Es la zona situada entre la parte posterior del pene y el ano. En esta zona el tronco del pene se encuentra bajo la piel. Besar, acariciar con la lengua, mordisquear suelen ser gestos muy apreciados. Pero cuidado: no dudes en apoyar con fuerza para que el tronco subterráneo del pene también pueda disfrutar de tus cuidados amorosos. Si no, únicamente la superficie de la piel sentirá tus caricias.

El contorno del ano

Muy receptivo a las caricias bucales, a menudo suele ser un lugar olvidado. ¿Porqué? Naturalmente a causa de la función del ano que sirve para evacuar los deshechos del cuerpo. A algunas mujeres no les gusta la idea de pasear su boca o su lengua y a algunos hombres no les gusta que se les acerquen a estas zonas tan íntimas. Para apreciarlo, es indispensable una higiene perfecta: ducha obligatoria justo antes de acercamiento sexual. Únicamente con estas condiciones, se podrá proceder a la exploración…

El glande

Es el lugar del cuerpo masculino más rico en corpúsculos de placer. Por tanto es muy sensible a las caricias de los labios, de la lengua, la humedad de la saliva, a los dientes (muy delicadamente, ya que es muy frágil…) ¡Le gusta todo! Un lugar aún más receptivo: su corona, ahí en donde se une al tronco del pene.

El freno

Es el punto del glande del pene más eficaz para procurar placer. Es preferible no empezar por este lugar, hipersensible, sino ir acercándose progresivamente después de haber explorado otras zonas con tu boca. Cuidado: es necesario hacerlo con una suavidad extrema. Un contacto muy suave le basta para sentir inmensas sensaciones.

El tronco del pene

Le gusta que le besen, con firmeza, ya que no es muy sensible. Percibe sobre todo las presiones un poco marcadas, sobre todo en la zona que se encuentra por debajo, ahí donde es meno dura, incluso en erección. Cuando la boca mima un movimiento de vaivén, le gusta que le presionen con fuerza, contrariamente al glande que prefiere la suavidad.

Ríete disfrutando del sexo


Dicen que el lenguaje del amor es universal, pues bien, no es el único, hemos de añadir el de la risa. Los efectos beneficiosos de esta última para la salud son evidentes. Pensemos que con cada carcajada liberamos endorfinas, oxigenamos el cerebro y aumentamos nuestro sistema de defensas.

A más de uno, le agradará saber que además es un elemento necesario para la salud sexual. Los que lo tienen más claro son los esquimales, quienes en su idioma expresan que quieren “reír” cuando quieren tener “sexo”. Pero, no pueden ser ellos los únicos en haber apreciado la relación tan estrecha entre el sexo y el humor, basta con dar un repaso al guión de la vida para comprender esta díada.

Pongámonos a ello. En los momentos de seducción, resulta que el sentido del humor es uno de los rasgos más valorados. Así que, si quieres mostrarte atractivo, aparte de cuidar tu aspecto, no pases por alto este ingrediente en tu Kit de conquista. La película podrá ser nefasta y la cena estar fría, pero unas gotas de humor son la mejor garantía para una segunda cita.

En la desnudez los complejos pueden inhibirte, pero si sabes reírte de ti mismo, y hablar con cariño y humor de las zonas de tu cuerpo, que no pasan el casting de Miss y Mister, contribuirás a sentir confianza y permitirte disfrutar. Y ésta, es la imagen positiva que le llegará al otro. Parte de cómo nos ven los demás, depende de cómo nos presentamos nosotros mismos.

Si sigues incorporando la risa en los juegos sexuales, te sentirás más desinhibido a la hora de llevar la iniciativa. Una persona que ríe, es más positiva, no tiene miedo a sugerir, porque no tiene tanto sentido del ridículo, se deja conducir por la imaginación, hasta llevarlo al absurdo. “Hacer el payaso en la cama” siempre es bueno. No podemos olvidarnos de la ansiedad, culpabilidad y miedos, que van asociados a algunas disfunciones sexuales (dificultad de erección, vaginismo). En estos casos, el sentido del humor es esencial para desdramatizar, romper el hielo, disminuir la tensión que se crea entre la pareja y rebajar la presión. Puedes contarte la misma escena en versión trágica o cómica. Una sonrisa a tiempo, un comentario que vea el lado gracioso del asunto, son ingredientes básicos de cualquier terapia sexual.

Siiiii!! a la iniciativa sexual


¿Me gusta que me lleven o escojo dirigir el viaje? Independientemente de las preferencias de cada uno, en las relaciones sexuales, como en la vida, se suele buscar el equilibrio.

Si sentimos que damos más de lo que recibimos, nos sentimos frustrados, y si es a la inversa culpables. Por eso, aunque en cada relación puede existir un pacto, por el cual uno de los dos es el que predominantemente inicia el juego sexual, en general se tiende a buscar la equidad.

Esperar a que el otro adivine nuestros deseos y fantasías puede llegar a ser desmoralizador, si asistimos a sus titubeos desorientados, mientras intenta acertar.

Aguardar a que sea nuestro cómplice de cama el que siempre conquiste, o encienda el deseo, nos coloca en un rol pasivo, y predispone a desmotivar al compañero, al tiempo que anula nuestro derecho a expresar lo que nos gusta.

Una mención aparte merecen los casos en los que no se lleva la iniciativa, no por rutina o desidia, sino por inhibición o pudor. Detrás de este sentimiento se esconden pensamientos como “¿qué va a pensar de mí…?”, relacionados con el temor a proponer cosas que puedan resultar desagradables. Es importante considerar que incluso cuando la pareja dice “NO” a nuestra sugerencia, rechaza la invitación en sí, no a nosotros como amantes. Todo esto puede cambiar si empezamos a ser activos en la seducción. La iniciativa sexual nos hace implicarnos más, ejercitar la imaginación y salir de la apatía sexual.

Todo esto puede cambiar si empezamos a ser activos en la seducción. . El intercambio de roles aumenta la gratificación en la pareja. Es bueno ser el receptor unas veces, el que se deja llevar, y otras el directivo, el que guía y marca el ritual de atracción.

En el juego amatorio los dos amantes son los que proponen y disponen.

El sexo es cuestión de experiencia

Sí, esta frase es bastante cierta y no sólo la podemos aplicar al caso de los seres humanos sino también debido a algunas investigaciones que se hiciesen con primates superiores y que revelaron que el comportamiento sexual es cuestión de formación continua. Por poner un ejemplo, los chimpancés que aún son jóvenes, antes de copular lo primero que hacen es observar cómo tienen coito algunas parejas ya experimentadas y después, una vez asimilados dichos conocimientos aplican lo que visto, si bien con mucha inexperiencia en un principio a medida que van experimentando con diferentes parejas, también van mejorando. Sin embargo, sucede que cuando se han observado casos de chimpancés que han vivido en cautiverio y no han podido presenciar experiencias ajenas, entonces, son estos son muy torpes cuando se trata de intentarlo desde un principio.

Así, hablando de nosotros, los seres humanos actuales, somos muy pocos los que podemos observar cómo es que otros mantienen relaciones sexuales para luego, una vez “aprendida la lección”, aplicarla teniendo cierto conocimiento. Esto quiere decir que a diferencia de nuestros primos hermanos o de nuestros antepasados quienes vivían en grande grupos familiares y también compartían sus habitaciones, no tenemos mucha o ninguna experiencia de manera directa con la que podría inspirarnos. Por tanto, somos desgraciadamente ignorantes de lo que realmente las personas hacen en la cama, y digo realmente porque si estás pensando en videos pornográficos, en verdad se ha demostrado que estos terminan por tergiversar lo que es una relación sexual real en vez de formar a quiénes aún no tienen la menor idea.

miércoles, 30 de abril de 2008

¿Me gustan los hombres o/y las mujeres?

Esta pregunta hace referencia a la orientación sexual, es decir, la preferencia del sexo que debe poseer el compañero sexual.

Si tardas en responder o te decantas por un “depende” quizá te aclare lo que vas a leer a continuación:

Sin que seas sexualmente activo puedes tener conciencia de tu orientación, puesto que ésta también se manifiesta en la tendencia a tener relaciones o fantasías hacia personas del mismo sexo o del contrario.


Puedes situarte con respecto a tu orientación dentro de un continuo, con un rango que va desde exclusivamente heterosexual (atracción hacia gente del sexo contrario) a exclusivamente homosexual (atracción hacia gente del mismo sexo), o bisexual (atracción por ambos sexos). No obstante, muchas personas no se definen ni “exclusivamente” de una ni de la otra, optan por no clasificar su orientación, o manifiestan que están en una etapa de “auto-preguntarse”.

Aunque la sociedad tiende a catalogar, la realidad es que la orientación sexual no es algo binario y excluyente (homo o hetero), sino que comprende varias áreas. De modo que una persona podría tener fantasías bisexuales y relaciones hetero; o preferir emocional y socialmente la heterosexualidad, pero tener prácticas homosexuales. Es decir, partiendo de la libertad y sin presión social, pueden producirse distintas combinaciones según la identificación en el ámbito de la fantasía o de la práctica sexual.

Esto implica que haya quienes no se sitúen permanentemente y a lo largo de toda su vida en el mismo punto del continuo, ya que pueden variar en esas dimensiones en las diferentes edades y momentos.


No tenemos por qué utilizar bisex, hetero u homo como etiquetas inamovibles y absolutas. Toda palabra que pretenda dar cuenta de la historia y del presente sexual y afectivo de una persona, necesariamente dejará fuera experiencias, fantasías, proyectos, sueños, que pueden entrar en conflicto con la imagen que revela esa palabra.

¿Que es el sexo ?


Hablando con lo hijos de sexo


Muchos padres se las ven y se las desean para hablar con sus hijos adolescentes sobre sexo. Algunos acuden al médico o preguntan inseguros a sus amistades: “¿Cómo sé si ha llegado el momento de hablar de sexo con mi hijo?”. Lo cierto es que el interrogante en sí refleja ya un planteamiento equivocado. La idea de que existe un momento prefijado durante la adolescencia de un hijo, en el que los padres tienen la obligación de dar consejos sobre sexualidad es un error.

Lo recomendable es haber conversado con anterioridad, durante la infancia, sobre esas cuestiones. ¿Cuándo? Desde el momento en que los pequeños empiezan a discriminar entre lo que es un niño y una niña, a preguntar por el origen de los bebés. ¿Cómo? Siempre adaptando la información a la etapa evolutiva y al interés particular del niño, sin engañar o inventar fábulas surrealistas.

Por eso, cuando el tema de la sexualidad se ha ido dando en la familia con continuidad, es más fácil retomarlo en la pubertad con preguntas como “¿te acuerdas de lo que comentamos sobre los métodos anticonceptivos hace unos meses?”. Pero si de repente, de forma abrupta y con redoble de tambor se crea un intenso silencio del tipo: “Siéntate, ha llegado la hora de hablar de hombre a hombre o de mujer a mujer”, quizá el hijo salga huyendo de la habitación. La idea clave es hablar de sexualidad cuando surja el tema espontáneamente, o ellos tengan preguntas o experiencias que compartir, etc., de forma regular, sin que haya que elegir el día X para hablar de ello.

Si se espera a que tenga 13 o 16 años para mantener este tipo de tertulias, los padres pueden llevarse la desagradable sorpresa de que su hijo no quiere escucharles, pues se siente violento al tratar un asunto que durante años ha sido tabú en su casa. En otras ocasiones, pueden descubrir que su hijo ya ha mantenido relaciones sexuales y habla de sexo con más naturalidad que ellos, o con estereotipos que reflejan la visión, a veces sesgada, de lo amigos, programas de TV, revistas y películas.

La educación sexual no es competencia exclusiva de los centros escolares, en los cuales más allá del aparato reproductivo en ciencias naturales, apenas imparten algunos seminarios sobre menstruación y preservativos. Corresponde también a los padres ocuparse de aportar información en este sentido, y si ellos mismos no disponen de ella pueden asesorarse. Es bueno que se sinceren con sus hijos y les expliquen, si fuera el caso, que ellos no tuvieron la oportunidad de hablar francamente con sus padres de temas sexuales, y que hay algunas áreas que pueden desconocer.

Es un mito absurdo pensar que hablar de sexo con los hijos les incita a tener encuentros sexuales precozmente. Existen estudios que corroboran que aquellos jóvenes que han recibido información fiable desde pequeños muestran una sexualidad más responsable, una menor tasa de embarazos no deseados y un menor contagio de enfermedades sexuales.

martes, 29 de abril de 2008

Jugamos a .......


“Siempre lo mismo y de la misma manera”, queja entre sábanas, que refleja que la rutina ha absorbido el deseo sexual de la pareja.

Si necesitas redescubrir la pasión y el placer, recuerda que la imaginación es el mejor estimulante para recrear juegos eróticos. Uno de éstos, es el juego de roles en la relación sexual “tú haz de…y yo hago de…”. Los papeles son de lo más variado en función de las preferencias de la pareja: médico y enfermera, policía y reo, profesora y alumno, jefe de aduana y viajera, etc.

Si bien es cierto que esta actividad lúdico-sexual es más apreciada entre los hombres, las mujeres con la edad lo van añadiendo a su repertorio de fantasías, con las que aumentan la motivación y el deseo sexual.

El hecho de interpretar un personaje facilita la desinhibición, rompe el esquema rígido de seducción y amplía el tiempo de juegos precoitales, tan valorado por algunas mujeres. Ofrece la posibilidad de cambiar el escenario (de la cama al salón o cocina), y de dotar de recursos eróticos al que no solía llevar la iniciativa.

El único requisito es la libertad, y que el personaje nunca llegue a dominar a la persona, sino que sea un complemento más del placer. En el código de complicidad de ambos prevalece el respeto y la alternativa de parar la representación si a uno de los dos le incomoda.

Para adentrase en el papel se pueden incorporar disfraces, ya que el mero hecho de contar con una indumentaria erótica predispone a jugar con humor y con diálogos asociados a la vestimenta. Encontramos sugerentes ejemplos, que podemos agrupar en:

- Gremios/Oficios. Hablamos de los clásicos sheriff, bombero, cowboy, mecánico, doctora, ejecutiv@, camarer@, etc. Son los que más se prestan a recrear escenas de películas eróticas.

- Cuentos. Regresamos a Caperucita Roja, Superman, Catwoman y demás Superhéroes.

- Transgresores. Los que se salen de lo convencional: mamá Noel, monja traviesa, cura rebelde, gatita, lobo, diablesa, geisha,

Sexo rural VS Sexo urbano

Las palabras vida rural suenan bucólicas, idílicas, las chicas del campo suelen ser tradicionales, castas, y ellos tienen ese encanto que les da vivir más cerca de la naturaleza… Pero, ¿son ciertos todos estos tópicos? Por supuesto que cada persona es un mundo, sin embargo una investigación hecha por la Universidad de Indiana y publicada en la revista “Health Education Monograph” muestra que los adultos solteros que viven en áreas rurales no presentan unos comportamientos sexuales más seguros que aquellos individuos que viven en el medio urbano, como por ejemplo en el número de parejas o en la tasa de encuentros sexuales de riesgo.

El director senior del Centro Rural para la Investigación de VIH/ETS en la Universidad de Indiana, comentó: “La imagen que tenemos del medio rural es más conservadora que la situación real, con valores tradicionales que darían como resultado comportamientos personales menos arriesgados. El estudio demuestra que contrariamente a esta creencia, la gente que no vive en las ciudades tiene más relaciones sin protección porque piensan que están protegidos contra muchos de los factores que contribuyen a la transmisión y adquisición del VIH/Sida”.

La investigación se llevó a cabo sobre 1.500 hombres y 1.888 mujeres de edades comprendidas entre 18 y 29 años de edad, dentro de la Encuesta Nacional del Crecimiento Familiar 2002 (E.E.U.U.). No-rural es un término que se refiere a aquellos que habitan un condado con más de 50.000 residentes. Los hombres no-rurales presentaban una media de 8,8 parejas sexuales durante su vida, mientras los rurales tuvieron 7,2, y 1,7 y 1,4 respectivamente en los doce meses anteriores a la encuesta.

Los contactos sexuales sin preservativo supusieron 4,9 para los hombres no-rurales durante el mes anterior, y 6,2 para los rurales, y el 47% de ambos grupos no utilizó condón en su último encuentro sexual. En mujeres los datos arrojan una media de 6,8 y 6,5 veces respectivamente para no-rural y rural durante el mes anterior, y un 51% de las primeras no utilizó preservativo la última vez que tuvo un encuentro sexual frente a un 47% de las segundas.

El 59% de mujeres no-rurales tenían más posibilidades de contagiarse con VIH, frente al 50% de las rurales, mientras los hombres de uno y otro grupo presentaron la misma cifra, un 44%. Los investigadores concluyeron: “Los residentes en medio rural pueden haber dudado en responder a una encuesta de salud, pero ésta ha dado en el blanco en cuanto a la realidad social. La intensificación de esfuerzos para promover la reducción del riesgo de VIH/ETS en la América rural está garantizada, porque los recursos para paliar epidemias de VIH en zonas rurales son menores que en las áreas urbanas”.

Las tasas de infección de ETS son menores en áreas rurales, pero los datos en cuanto a comportamientos de riesgo son similares en la ciudad y en el campo.

A todo esto hay que sumar las características del sistema sanitario americano en el que sólo los trabajadores que tienen un seguro médico contratado son atendidos en los centros de salud y hospitales, lo que deja sin cobertura sanitaria a un porcentaje altísimo de la población estadounidense que no tiene recursos económicos suficientes para pagar las elevadas cantidades que suponen los seguros. Esto hace que tan sólo una pequeña parte de la población enferma obtenga un tratamiento adecuado.

Higiene Sexual



No solo las personas sexualmente activas deben ser responsables del mantenimiento de su salud en la zona genital, por lo que todo individuo debe seguir medidas de limpieza y autoexploraciones que ayuden a evitar infecciones o adviertan sobre alguna alteración que pueda presentarse.

Tanto por uno mismo como por la pareja, la higiene íntima debe practicarse todos los días con la finalidad de evitar la aparición de pequeñas infecciones, las cuales al principio se manifiestan mediante molestias, ardor, comezón o mal olor, y de no atenderse pueden representar un problema más serio e incómodo.

Cada individuo procurará atenciones especiales para su aseo personal de acuerdo con su sexo, pero en general debe ser cuidadoso por la delicadeza de esta zona corporal y, ante todo, constante y atento porque los genitales se encuentran próximos a los orificios de salida de orina y materia fecal, lo que facilita la presencia de bacterias y hongos (siendo más frecuente la Candida Albicans), que generan infecciones transmisibles por vía sexual.

Aunado a esto, la piel de vulva o pene cuentan con una serie de pliegues que facilitan la acumulación de restos de orina y secreciones diversas (medios ideales para la proliferación de microorganismos), por lo que exigen más atención que otras regiones corporales. A continuación una serie de consejos básicos para procurar higiene íntima adecuada, tanto a hombres como a mujeres, atendiendo las particularidades de cada caso.

Hombre limpio, hombre sano
En los varones es ampliamente recomendable recurrir a baño diario en el que sus genitales se laven de la misma manera que otras partes del cuerpo; no basta con dejar que la espuma "caiga" en los genitales o que el agua "se lleve" el jabón, sino que se debe ser más minucioso sobre todo en los pliegues de la piel. De igual manera, la zona debe secarse con toalla limpia para evitar la permanencia de humedad. Un pene no circuncidado deberá limpiarse con mayor atención en la zona del glande (cabeza del miembro viril), echando hacia atrás completamente el prepucio (piel que cubre la punta del pene) con la finalidad de evitar acumulación de fluidos o células muertas.

En cualquier caso, toda secreción extraña puede ser resultado de una infección, así que debe ser consultada con el médico. También es importante que todo varón lave sus manos antes y después de orinar, con la finalidad de no alojar bacterias de las manos en los genitales y viceversa.

Luego del proceso de limpieza se presenta el mejor momento para realizar un autoexamen con la finalidad de detectar la aparición de cáncer en testículos, el más común entre hombres jóvenes pero que también tiene un índice de recuperación del 90% si se detecta a tiempo. Además, este proceso dura sólo 1 ó 2 minutos una vez al mes.

Gracias al agua caliente utilizada en baño o ducha, la piel del escroto (piel que contiene los testículos) se encuentra más relajada, y en general es ideal para detectar posibles alteraciones. Durante la autoexploración se examinará un testículo a la vez; cada glándula se enrollará y comprimirá suavemente con los dedos índice y pulgar; mientras se realiza esto se intentará sentir la presencia de algún bulto en la superficie, alguna variación en el tamaño, si se han endurecido o hay alguna diferencia con respecto a la revisión anterior.

Es posible que el epidídimo (masa muy rizada e irregular de tubos que almacenan el esperma en la parte posterior del testículo) se note duro al tocarlo, pero no debe confundirse con un tumor, que es más rígido y en forma de bulto; asimismo, pequeña línea firme entre los testículos es normal. En cambio, si se nota una prominencia, llaga o algún cambio notable, no quiere decir que se tenga cáncer pero es importante que el varón asista lo antes posible al médico.

Limpieza en mujeres
La vagina secreta fluidos que permiten mantener humedad y acidez en su interior para impedir el desarrollo de microorganismos dañinos; sin embargo, factores como estrés, contacto sexual sin protección, cambios hormonales, tratamientos prolongados con antibióticos y deficiente higiene íntima pueden alterar este mecanismo, favoreciendo el desarrollo de infecciones.

Existen principios básicos de limpieza femenina que son sencillos de seguir y que contribuyen a evitar estas molestas afecciones. De inicio podemos mencionar que después de cada deposición debe tenerse precaución en la higiene para no provocar infección genital: la limpieza deberá realizarse en dirección de la vagina al ano para evitar que los gérmenes se diseminen y se alojen en los genitales o en vías urinarias.

Es suficiente lavar los genitales con jabón suave y agua una vez al día, durante la ducha diaria; no es conveniente que la mujer enjabone entre los labios vaginales, ya que sólo irritará los tejidos de la vulva. Salvo prescripción médica, las féminas no deben utilizar desodorantes vaginales, pero en caso de que se prescriba el uso de spray para la higiene íntima, éste nunca debe dirigirse directamente hacia la vulva; en caso de irritación debe suspenderse el uso de inmediato y consultar al ginecólogo.

Aunque las duchas vaginales "lavan" el tapón de moco que protege la entrada de la matiz de microorganismos infecciosos, en ocasiones son recomendadas por algunos médicos durante la menstruación; de ser así, la mujer debe tener cuidado de que el mango de la ducha no esté muy cerca para reducir la presión del líquido y evitar que los microorganismos vaginales sean arrastrado hacia el útero, donde pueden causar una infección.

Finalmente, diremos que después del coito, un lavado vaginal es ineficaz como anticonceptivo y además poco recomendable, ya que destruye la flora vaginal aumentando los riesgos de infección.

Como medidas para prevenir infecciones vaginales, pueden seguirse también estos sencillos consejos:

  • Secar cuidadosamente la región genital después de la ducha, baño o luego de nadar. La ropa se deberá cambiar siempre que esté húmeda.
  • Utilizar siempre una toalla personal para el aseo.
  • Usar ropa interior de algodón en lugar de aquella fabricada con materiales sintéticos.
  • Evitar ropa ajustada.

Cualquier anormalidad debe reportarse
La higiene diaria y observación constante permiten a cualquier persona habituarse a sus genitales, zona de nuestro cuerpo que continúa siendo un tabú, por lo que de esta forma se facilita la detección de cualquier cambio.

En el caso de las infecciones genitales femeninas es típica la secreción de un líquido blanco amarillento y espeso por la vagina, a veces de mal olor y asociado a picazón y ardor genital; en cambio, los varones generalmente presentan pocas molestias, aunque suelen ser característicos picazón, pequeños granos, ardor o irritación en el glande o prepucio. Cualquiera de estos síntomas en hombre o mujer es motivo de consulta médica.

Finalmente, considere que procurar higiene personal adecuada es una manera más de mostrar afecto a uno mismo y a la pareja, ya que es velar tanto por la salud personal como por la del ser querido.

martes, 22 de abril de 2008

ORIGENES DE LA SEXOLOGÍA


Antecedentes históricos

En la antigua Grecia el médico Hipócrates y los filósofos Platón y Aristóteles investigaron y ofrecieron las primeras teorías acerca de la sexualidad, abordando temas como disfunciones, reproducción y contracepción, aborto y ética sexual.

Por su parte los médicos romanos Sorano y Galeno fomentaron el conocimiento sexual avanzado y sistematizado, incitando a su vez a eruditos islámicos a dedicar mucha atención a las preguntas sexuales. Los manuscritos islámicos, traducidos e introducidos en la Europa medieval, junto con las reediciones de los de los griegos y los romanos se convirtieron en los textos de referencia para las nuevas escuelas médicas de los siglos XVI, XVII y XVIII. Términos como las trompas de Falopio, folículos de Graaf y glándulas de Cowper son el producto de la investigación anatómica de esos siglos. El concepto de sexualidad aparece en el siglo decimonoveno surgido de las preocupaciones y debates sobre superpoblación, psicopatía sexual, degeneración y ética sexual. A través de la investigación biológica, médica, histórica, y antropológica de von Baer, Darwin, Mendel, Kaan, Morilla, Magnan, Charcot, Westphal, Burton, Morgan, Mantegazza, Westermarck, Krafft-Ebing, Schrenck-Notzing, y otros, las fundaciones de la investigación del sexo culminaron su madurez y modernización.

A finales del siglo diecinueve y principios del siglo veinte los trabajos de investigación de problemas sexuales de Havelock Ellis, Sigmund Freud, e Iwan Bloch establecieron las bases de la sexología moderna.

El verdadero padre de la sexología moderna fue el dermatólogo berlinés Iwan Bloch (1872-1922), quien acuñó el nuevo término "Sexualwissenschaft" que primeramente fue traducido como "ciencia sexual" y posteriormente como sexología. Bloch era un hombre muy erudito, que hablaba varios idiomas y cuya biblioteca personal tenía más de 40.000 volúmenes. El su estudio "La vida sexual de nuestro tiempo, 1907) Bloch ofrece la siguiente declaración programática :

"El autor del presente trabajo está convencido que la pura consideración médica de la vida sexual, a pesar de que debe constituir siempre el núcleo de la ciencia sexual, es incapaz de dar una respuesta justa a las múltiples relaciones entre la sexualidad y los otros aspectos de la vida humana. Para hacer justicia al amor en la vida de las personas y de la sociedad y en relación con la evolución de la civilización humana esta particular rama del saber debe ser tratada como como una parte de la "ciencia general de la humanidad," que está constituída por una unión de el resto de las ciencias -- de la biología general, de la antropología y de la etnología, de la filosofía y de la psicología, de la historia de la literatura, y de la historia entera de la civilización".

En 1908, Magnus Hirschfeld lanza el ZEITSCHRIFT FUR SEXUALWISSENSCHAFT, la primera publicación especializada de sexología, en la que Sigmund Freud escribía el artículo "Hysterical Fantasy and Its Relation to Bisexuality" . Tenía en principio carácter mensual, aunque sólo aparecieron los 12 primeros números ya que en su segundo año se incorporó en otro diario menos especializado dirigido por el joven Max Marcuse.

El 21 de febrero de 1913 Bloch funda la primera sociedad de sexología, la "Arztliche Gesellschaft fur Sexualwissenschaft und Eugenik" sociedad abierta a miembros no-médicos pero con credenciales académicas.

En 1919 Hirschfeld funda en Berlín el primer instituto de sexología del mundo con una biblioteca de 20.000 volúmenes, 35.000 fotografías y una extensa colección de objetos y obras de arte. En 1921 Hirschfeld, organiza el primer congreso de sexología de la historia, un congreso de 6 días al que acuden científicos del mundo entero, divido en cuatro áreas : Endocrinología Sexual, Sexo y Leyes, Control de la Natalidad y Educación Sexual. Albert Moll, compañero y rival de Hirschfeld criticó el congreso como puramente propagandístico y cinco años más tarde organiza en Berlín el primer congreso "puramente científico" bajo el nombre de "Congreso Internacional para la Investigación Sexual". En 1933 el instituo de sexología de Hirschfeld fué saqueado por los nazis y sus documentos fueron quemados públicamente.

Terminada la Segunda Guerra Mundial la sexología experimenta un resurgimiento en Estados Unidos gracias a los esfuerzos de Alfred C. Kinsey, culminados en los denominados "informes Kinsey", "La conducta sexual en el hombre" de 1948 y "La conducta sexual en la mujer" de 1953. Kinsey significó un nuevo avance en la investigación sexual no-médica.

Ya avanzado el siglo XX, el médico ginecólogo William H. Masters y su ayudante y esposa Virginia Johnson contribuyeron definitivamente a los avances en sexología con sus estudios "Respuesta sexual humana" de 1966 y "Inadecuación sexual humana" en 1970, publicaciones que constituyen la base de la terapia sexual moderna.

Los Congresos Mundiales de Sexología de Paris (1974), Montreal (1976), Roma (1978), Mexico City (1979), Jerusalem (1981), y Washington (1983) son la continuación del trabajo empezado por Hirschfeld y Moll.

La OMS y la sexología

En 1973 la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de la falta de formación sobre sexualidad de personas capacitadas para ejecutar los programas educativos. Su función consistiría en facilitar información, proponer terapias, formar docentes y aconsejar donde fuera necesario. Se debería contar con su presencia en los servicios de asistencia materno-infantil, centros de planificación familiar, de salud mental y salud comunitaria. De la multitud de necesidades y demandas sociales se deriva la necesaria especialización del sexólogo como: asesor sexual, experto en pedagogía sexual, experto en terapia sexual e investigador. Como en nuestro país no hay estudios reglados de sexología, las sociedades sexológicas han ido impartiendo diversos cursos de formación.
Al año siguiente, en l974, definió que "SALUD SEXUAL es la integración de aspectos somáticos, afectivos e intelectuales del ser sexuado, de modo tal que de ella derive el enriquecimiento y el desarrollo de la persona humana, la comunicación y el amor".

La sexología en la actualidad

La SEXOLOGÍA es una disciplina que estudia la conducta sexual humana y la estructura y funcionamiento de los órganos sexuales.

Como muy bien definió Bloch, al abarcar aspectos biológicos, psicológicos, sociales y culturales, los estudios de sexología requieren la integración de múltiples disciplinas como la Medicina, la Biología, la Psicología, la Sociología, la Antropología, la Filosofía y la Historia, entre otras.

En la mayoría de los países la sexología no es una ciencia oficial reconocida en los ambientes académicos, por lo que su estudio y especialización lo proporcionan las diversas sociedades sexológicas establecidas en cada país, mediante programas de postgrado, cursillos, etc.
En Montreal (Canadá), la facultad de ciencias humanas de la Universidad de Quebec , es la única en el mundo que tiene una carrera con estudios oficiales de sexología. Para ejercer como sexólogo en esta provincia se requiere dicha titulación.
En Estados Unidos pueden ejercer la sexología los médicos, psiquiatras, psicólogos y antropólogos mediante estudios adicionales de especialización en sexualidad humana.
En algunos países europeos es necesario ser doctorado en medicina previamente a poder ser reconocido como sexólogo.

La sexología moderna contempla tres campos de actuación: la investigación, la educación y la sexología clínica.

La sexología clínica es la que se ocupa del tratamiento de las problemáticas sexuales tanto de origen orgánico como psicológico. Se divide por lo tanto en dos áreas : la médica y la psicológica.

El área médica trata la problemática sexual de origen orgánico, diagnosticando enfermedades y disfunciones orgánicas, efectos secundarios producidos por medicamentos, etc.

El área psicológica trata la problemática sexual de origen emocional. A través de las entrevistas con el individuo o la pareja, el sexólogo clínico o terapeuta sexual determina los síntomas y realiza los diagnósticos, prescribiendo ejercicios o prácticas específicas para cada caso particular.

Los problemas más comúnmente consultados en el área psicológica son :

- Dificultades para mantener la erección
- Eyaculación precoz, retardada o ausente
- Disminución de lubricación en la mujer
- Dificultades para alcanzar el orgasmo
- Pánico a la penetración
- Pérdida de deseo
- Ausencia de sensaciones placenteras durante las actividades sexuales
- Diferencias en la pareja de los niveles de deseo
- Insatisfacción conyugal
- Diferencias respecto a las practicas deseadas por cada miembro de la pareja
- Disconformidad con la propia sexualidad
- Fantasías sexuales
- Sexo compulsivo
- Preocupaciones acerca de la propia identidad sexual
- Conductas parafílicas (pedofilia, voyerismo, exhibicionismo, fetichismo, etc)

En algunos casos tanto el deseo como la respuesta sexual, pueden estar influídos por múltiples factores psicológicos y orgánicos, por lo que el terapeuta sexual podrá requerir que la terapia sexual sea llevada a cabo de forma interdisciplinaria, con la participación médica.

Las terapias sexuales suelen trabajar con objetivos limitados por lo que muchas problemáticas pueden resolverse en períodos relativamente breves.

Antes de empezar la terapia propiamente dicha, el sexólogo clínico hace una evaluación de los problemas sexuales tal como los experiencia la persona o la pareja. Dicha evaluación se suele hacer en dos entrevistas para una persona o en cuatro para la pareja. Evidentemente en ésta etapa la comunicación y la confianza entre el paciente y el terapeuta es fundamental para el adecuado tratamiento de los problemas sexuales.
Los objetivos de dicha evaluación son :
- Identificar con precisión la naturaleza del problema (como se presenta en la vida del individuo o la pareja, como se percibe, sus origines psicológicos o fisiológicos, etc).
- Poder ofrecer una terapia adaptada al problema y a las personas que lo padecen.

Dependiendo del enfoque del sexólogo las entrevistas pueden ser muy distintas unas de otras, aunque todas se centran principalmente en conocer la vida y experiencias sexuales de la persona o pareja, a fin de comprender la dificultad sexual y encontrar la mejor solución. Algunos centran las entrevistas en el conocimiento de las experiencias conyugales, mientras que otros se centran en proporcionar ejercicios para efectuar en casa a fin de adquirir nuevos conocimientos y mejorar de esta forma la vida sexual de la pareja.



El miedo a quedarse sin pareja

La elección de otra persona para compartir con ella múltiples experiencias, la atracción física y la sexualidad compartida en forma plena van llevando a la constitución de la pareja. Estas son las bases.

El enamoramiento de los primeros momentos puede o no darse y esto no es índice de que la pareja sea más o menos rica, más o menos duradera. Los estados de enamoramiento van sucediendo en el transcurso de la historia en distintas etapas de la relación. Esto es posible cuando la relación crece, la comunicación se torna más fluida y libre, la sexualidad se enriquece y la presencia del otro acompaña en la vida en un andar conjunto. De esto se trata el amor de pareja.


Veamos entonces algunos de los mitos de los que hablamos:

· La espera del amor rosa, del momento justo, de la otra mitad.

· La creencia de que las casualidades o factores ajenos son determinantes del comienzo y mantenimiento de las parejas.

· Eludir la confrontación, el disgusto, la disidencia, el enojo en aras de “estar bien”.

Todas estas son plagas que corroen la relación y con el tiempo por no quedar sin pareja, se deja de serlo y sigue una penosa convivencia perjudicial para todos. Tener y sostener una pareja depende, además de lo dicho, de un trabajo personal y mutuo. El trabajo, el esfuerzo, el ceder, el dar, el dolor, los disgustos, las frustraciones, los momentos de soledades, son ingredientes necesarios e indispensables. Si ellos tienen una proporción desmesurada a comparación de lo gratificante, satisfactorio, divertido etc. habría que ver si no se trata de una relación patógena.

Dar, frustrarse y ceder y ceder y ceder suele ser una de las “entregas heroicas” que en definitiva tiene el fondo de no querer quedar sin pareja. Negocio bastante desventajoso viendo los resultados de pobreza afectiva y problemas de salud que acarrea esta posición. Crear y sostener una pareja que enriquezca cada vez más a sus integrantes no exime que se pueda terminar en algún momento con la ruptura de esa pareja, el otro camino es crear, sostener una relación con el objetivo único de hacerlo sólo para no quedar sin ella.

Elegir lo último es tan válido como cualquier otra elección, por otra parte no es cualquier elección, es una elección de no caminar junto a nadie en la vida, relegar la sexualidad, no poder sostener jamás una relación espontánea y sincera, construirse una careta sin la cual no se puede andar, compartir con otro el techo-cama-mesa en donde cada uno es desconocido y hasta inexistente como persona para el otro.

No dejamos de recordar que el amor de pareja tiene sentido en el marco de lo expresado por Saint Exupery “el amor es aquel delicado proceso por el que te acompaño al encuentro de ti mismo“. Con atracción física, sexualidad siempre renovándose, caminar juntos en la vida desecha cualquier miedo a perder la pareja, sin descartar tampoco que esto pueda suceder.

Lo bueno, si es breve, dos veces bueno...

Una relación sexual satisfactoria para la pareja debería durar entre 3 y 13 minutos, contrariamente a la creencia popular sobre la necesidad de mantener durante horas la actividad sexual. Estos datos han sido la conclusión de una encuesta realizada entre terapeutas sexuales de EEUU y Canadá, que incluye a psicólogos, médicos, trabajadores sociales, terapeutas matrimoniales y enfermeros que han trabajado con miles de pacientes durante varias décadas.


Treinta y cuatro, o el 68%, de las personas que compusieron el grupo consideraron que la media de tiempo para la relación sexual satisfactoria era el que hemos descrito antes, desde la penetración vaginal por el pene hasta la eyaculación. Para los expertos, de 3 a 7 minutos es adecuado, deseable, de 7 a 13, demasiado corta de 1 a 2 minutos y demasiado larga de 10 a 30.


Recordemos que, desafortunadamente, en cuestiones sexuales seguimos considerando válido todo lo que nos digan los amigos o conocidos, sin tener en cuenta nuestras necesidades y deseos y los de nuestra pareja. Popularmente se valora en hombres el tamaño del pene, la erección duradera y el encuentro sexual muy largo como lo más deseable, pero parece ser que las cosas, por fin, están cambiando.


Si las personas con problemas sexuales están preocupadas por la duración de la relación sexual, estos datos pueden ayudarles a entender que un encuentro de menos de treinta minutos puede ser tan deseable o más que uno de dos horas. Sobre todo, porque los psicólogos dicen que si “algo” dura más de cuarenta y cinco minutos, la atención del público disminuye…

El robot Robin orientara a los jóvenes sobre sexo


El robot Robin, un asistente del Messenger, se podrá agregar como contacto para ayudar y orientar a los jóvenes sobre temas de sexualidad y enfermedades de transmisión sexual, así como de consumo de alcohol y sus problemas derivados. En una segunda fase, Robin incorporará respuestas sobre prevención del consumo de drogas y el tabaquismo. El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, ha destacado que esta herramienta permite “abrir una nueva vía de información para los más jóvenes en su mismo idioma”.

El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, y la presidenta de Microsoft Ibérica, Rosa García, han presentaron esta nueva herramienta informática, un robot asistente de Windows Live Messenger que, en una primera fase, ayudará y orientará a los jóvenes sobre cuestiones relacionadas con la prevención de enfermedades de transmisión sexual y el consumo de alcohol.

España está por encima de la media europea en cuanto a utilización de Internet. Según estudios recientes, 2,6 millones de jóvenes españoles entre 15 y 24 años, el 45% de la población en esa franja de edad, utiliza Internet. Cada semana, los jóvenes pasan una media de 12,7 horas navegando por la red. El 21% de ese tiempo están conectados a Windows Live Messenger.

En el campo de la promoción de la salud y prevención este medio puede servir para dirigir mensajes claros y directos a los más jóvenes, en su propio lenguaje, para aclarar sus dudas de forma más cercana y sencilla.

El afán por aprovechar las oportunidades que ofrece Internet para llegar a los más jóvenes es el germen del acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Sanidad y Consumo y Microsoft para desarrollar esta nueva herramienta informática, el robot Robin.

El planteamiento de esta herramienta es muy innovador. Robin es una aplicación de software que interactúa con el usuario, añadiéndose como un contacto más de Messenger: su correo electrónico es robin@msc.es. El robot se dirige fundamentalmente a chicos y chicas de entre 12 y 17 años, usuarios habituales de esta herramienta de comunicación que les hace sentirse a gusto, les permite estar conectados con sus amigos y familiares a cualquier hora y no les cuesta dinero.

Robin atenderá directamente las consultas de los adolescentes sobre dos temas de gran importancia en estas edades: la sexualidad y las enfermedades de transmisión sexual; y el consumo de alcohol y sus problemas derivados.

El robot está programado para resolver todas, o casi todas, las consultas sobre estas dos cuestiones de tanta importancia en la franja de edad a la que va dirigida esta herramienta. En una segunda fase, Robin contestará también preguntas sobre el consumo de drogas y la prevención del tabaquismo.

Bernat Soria ha destacado que esta herramienta permite “abrir una nueva vía de información para los más jóvenes en su mismo idioma”. Además, el robot tiene una gran ventaja: “los jóvenes podrán hacerle preguntas sobre estos temas en la intimidad, sin pasar vergüenza de ningún tipo”, ha señalado el ministro.

Por último, Soria ha señalado que este proyecto pone de manifiesto “lo fructífera que puede llegar a ser la colaboración leal entre la administración pública y los operadores privados”, como Microsoft, a cuya presidenta ha agradecido el empeño puesto en el desarrollo del proyecto.

En su intervención, Rosa García ha subrayado: “Con el desarrollo de Robin, a través de Windows Live Messenger, esperamos extender las oportunidades de innovación y creación de nuevos servicios y aplicaciones a cuestiones de interés como la educación de los jóvenes”. Una vez más, la tecnología “demuestra su utilidad para con la comunidad”, ha dicho.

En este sentido, ha añadido García, “respondemos a la preocupación del Ministerio de Sanidad y Consumo por estos temas sensibles con una vía de ayuda y consulta integrada en uno de los servicios más utilizados en España, con más de 13 millones de usuarios”. “Esperamos que sea de utilidad para resolver dudas sobre cuestiones que preocupan hoy día a jóvenes y mayores”, ha añadido.

Los robots son innovadores programas de software que integrados en Windows Live Messenger dan información en tiempo real sobre cualquier temática previamente definida, como contenidos de Encarta, información turística, resultados deportivos o incluso asesoramiento sobre cuestiones de interés como educación, trabajo, sanidad, etc.

En este caso concreto, la división de servicios On line de Microsoft ha trabajado con el Ministerio para definir las características concretas de Robin. Los robots de Messenger figuran en las listas de contactos como pueden figurar los amigos, compañeros de trabajo o familiares. El usuario interactúa con ellos como si se tratara de personas reales.

sábado, 19 de abril de 2008

miércoles, 16 de abril de 2008

¿¿Adicción al cibersexo??


Los contenidos en Internet son muy variados y cada vez más dinámicos. El rápido cambio de estímulos puede modificar el estado de ánimo de cualquiera instantáneamente. Para algunas personas éste es el gancho. Se vuelven adictas. Dependen de la constante estimulación que ofrece −y promete− el espacio virtual.

La 'compulsión sexual on-line' se refiere específicamente a actividades sexuales en Internet que interfieren en la vida de la persona. Ésta pierde objetividad y el control de su vida, con respecto a la cantidad de actividad sexual en la que participa por Internet. Además, este tipo de persona tiende a restar importancia a las consecuencias adversas de su compulsión. Se dan casos de personas con una dependencia tremenda, que dejan de trabajar y llegan a perder su empleo.

Internet puede convertirse en una adicción −entre otras razones− porque la red no tiene un final. Es infinita, interactiva, social y proporciona imágenes e información continuamente. Incita a relaciones excitantes las 24 horas del día en prácticamente todo el planeta. Por eso, tanto en el plano sexual, como en cualquier otro, los límites de la Red los tiene que marcar cada uno. Pero muchas personas no son capaces de marcarlos y vienen los problemas.

Cuando su uso llega a un punto en el que interfiere con las responsabilidades y relaciones personales, entonces se considera que existe un problema. Si la adicción al cibersexo es seria, es posible que se precise de la ayuda de un profesional para solucionarla. Conocemos el caso de un abogado, al que su adicción al cibersexo le ha arruinado la vida, abandonado por su mujer y sin trabajo. Y el de una mujer, que prácticamente no salía de casa y vivía en medio del desorden y mal alimentada, enganchada al cibersexo.

Para prevenir adicciones, hay que mantener una actitud equilibrada ante la vida. Aprender a diferenciar el 'mundo virtual' del 'mundo real'. Crear contactos virtuales puede ser interesante y placentero, pero hay que mantener el control de la situación y no convertirse un esclavo; no caer en la trampa y que la búsqueda de placer no se convierta en un callejón sin salida, como les ocurre a los adictos.

También será necesario tener claro si queremos que nuestros contactos permanezcan en el plano virtual o deseamos incorporarlos al mundo físico. Y sobre todo ser honestos con nosotros mismos y con los demás.


Podemos encontrar un estudio etnográfico sobre este tema en: http://www.razonypalabra.org.mx/libros/libros/cibersexo.pdf


Existe el peligro de que la realidad virtual ocupe un espacio desmesurado en la vida. ¿Te preocuparía engancharte al cibersexo? ¿Conoces el problema de la adicción al cibersexo? ¿Conoces a alguien adicto al cibersexo?

sábado, 12 de abril de 2008

La belleza de la sexualidad masculina

No creo que los hombres sean los seres monolíticos que aparecen en las imágenes pornográficas, ni que vean su "auténtico yo" en los hombres representados ahí o en gran parte de la publicidad de cosmética masculina. Creo que, en el fondo, la mayoría de los hombres poseen una sexualidad más variada y más bella.


Las investigaciones entre miles de hombres muestran un cuadro diferente de quiénes son los hombres desde el punto de vista sexual; la pornografía, en especial, representa la imposición de una rígida concepción ideológica sobre los sentimientos y e] comportamiento sexual de los hombres, no una representación realista de la sexualidad masculina. Esas imágenes (y los tópicos que las generan) no dejan espacio a los hombres para ser ellos mismos. Me parece que, en la mayoría de los casos, presentan una visión muy distorsionada de ellos. La publicidad de productos masculinos, cada vez más erótica y que consiste en imágenes de hombres semidesnudos (afeitándose, lavándose el pelo, poniéndose perfume, etcétera), da a los hombres un aspecto más normal, pero contiene, en gran parte, los mismos valores.


Uno de los tópicos implícitos, pero fundamentales de la concepción pornográfica de los hombres es que el varón no debe mostrar sentimientos ni sentimentalismo. La pornografía muestra el placer del hombre siempre centrado en la erección y la eyaculación, nunca aparece enamorado ni sexualmente activo. No se ve a hombres que deseen el contacto corporal ni que necesiten abrazar, que les abracen o que les penetren.


La exuberancia sexual, el deseo, la euforia, el amor no satisfecho mediante el orgasmo, las fantasías... todos estos son estados relacionados con algo que no es el impulso biológico de perpetuar la especie. Sin embargo, esos estados no se muestran, se supone que los hombres no deben experimentarlos; un hombre de verdad sólo quiere "correrse". Hoy el concepto del impulso sexual masculino ha asumido una especie de aureola mística. A finales del siglo XX se usó cada vez más este término, como una especie de versión mecánica de la sexualidad masculina que acabó siendo una verdad incuestionable, una realidad, y hoy se piensa que es un hecho biológico. ¿Pero lo es? Lógicamente, si se supone que los hombres tienen el impulso biológico de empujar, ¿no deberían tener las mujeres el impulso complementario de abrirse (por ejemplo)? Pero, claro, en la mitología sexual de nuestra sociedad, son los hombres los que tienen el impulso, no las mujeres... o, si ellas tienen algún impulso, es el de pedirle a un hombre lo mismo que se supone que él le pide a una mujer.

Seguramente, toda la idea del impulso sexual es una categoría ideológica fraudulenta, disfrazada de hecho científico. ¿Y qué ocurre con los demás estados sexuales que experimentan los hombres? ¿Son ellos tan mecánicos y agresivos por naturaleza como se les muestra?
La verdad es que la mayoría de los hombres dicen que lo que buscan es el deseo, no el medio de alcanzar el orgasmo o crear una erección. El deseo y la excitación son unos placeres que se extienden por todo el cuerpo; al fin y al cabo, el orgasmo lo pueden conseguir a solas, masturbándose.

La belleza de la sexualidad masculina no consiste tanto en la erección como en todos los gestos, los sutiles movimientos del cuerpo, movimientos que representan la belleza y la personalidad del hombre, y resultan muy eróticos.

La pornografía que conocemos no representa esa variedad de formas de expresión; pretende ser revolucionaria, pero no lo es. Sus imágenes no ofrecen una visión más valiosa, interesante y realista de quiénes son los hombres sexualmente hablando. No se ve toda la gama de comportamientos sexuales del hombre, por lo que los jóvenes muchas veces se esfuerzan para permanecer dentro de los límites de una monotonía monocroma aceptable. Es posible que se atrevan a algo más posteriormente, pero entonces se reprochan a sí mismos el haberlo hecho.

Lo irónico es que, aunque a primera vista la pornografía parece tratar bien a los hombres (mejor que a las mujeres), en el fondo su mensaje se burla de ellos. Implica que su forma de expresarse sexualmente es ridícula, burda, basta o insensible. Desde el punto de vista visual es frecuente que los hombres que presenta sean feos, vulgares, tontos y poco atractivos.


¿De verdad les gustan esas imágenes a los hombres?, ¿se identifican con ellas o les parecen ridículas? Es difícil saberlo porque casi todos se han educado en la idea de que no deben retroceder ante las cosas vulgares, porque eso es de niñas. Ahora bien, en privado, ¿piensan los hombres que son así, o experimentan su sexualidad como algo más sutil, más variado, seguramente más erótico e incluso espiritual? Es posible que los hombres, en general, consideren más aceptables las nuevas imágenes que aparecen de ellos en la publicidad erótica de productos masculinos, pero esos cuadros de hombres jóvenes con abdómenes perfectos y músculos tensos tampoco son realistas... De forma que la mayoría de los hombres se sienten también.

Si comparamos el sexo con un deporte, TODO SON VENTAJAS:

- El uniforme es opcional (aunque ayuda mucho).

- Las reglas son francamente sencillas.

- No existen límites de tiempo (aunque un encuentro demasiado rápido no es bien visto).

- Rara vez se dice de él: "Este encuentro está arreglado".
- No se suspende por lluvia (al contrario es más atractivo).


- El número de jugadores varía a gusto de los participantes.
- No hay árbitros que lo echen a perder.

- Se puede hacer todo el escándalo que uno quiera, y el contrincante no pierde la concentración.

- Carece de entrenadores gritones y malhumorados.

- El "calentamiento" cobra un nuevo significado.

- Es posible jugar solo (aunque no sea igual de entretenido).

- Todos disfrutan de los "Tiempos extra".

- Las lesiones que se obtienen son mínimas (como mucho, algún moratoncito).

- Si el encuentro fue bueno, al final de cuentas, ya no importa el marcador.

- No hay un público con el que se esté obligado a dar un "buen juego".

- El fair-play es cosa intrínseca.

- Difícilmente la cosa acaba en golpes con el contrincante.

- Mientras más se tarda en anotar, más se disfruta el partido.

- Es un deporte tanto de exteriores como de interiores.

- La cancha donde se practique es lo de menos.

- Nadie reclama si hay "mano dentro del área".

¡A BESARSE MUCHO!

"Se pone mucho énfasis en tener muy buenas relaciones sexuales y muchos se olvidan de que un simple beso es una fácil manera de mantener el contacto".


Besarse intensamente y durante largo rato es una forma magnífica de sentirse sexual sin llegar más allá de lo que uno quiere. Se puede besar con los labios cerrados y también "a la francesa", con la boca abierta y con participación de la lengua.

Si bien el besarse está considerado como un juego sexual de bajo riesgo en comparación con las relaciones sexuales con penetración y el sexo oral, es posible — no probable, sino posible — que se pueda transmitir CMV (citomegalovirus, su nombre significa "virus muy grande"), hepatitis B, herpes y sífilis con los besos. Los virus del CMV y de la hepatitis pueden estar en la saliva, y el herpes y la sífilis se pueden transmitir por contacto de la piel, especialmente en presencia de heridas. Pero, comparado con los demás tipos de juegos sexuales, besarse es una actividad de bajo riesgo. ¡Y esa es una de las razones por las que la gente se besa tanto!

Besar a alguien por primera vez puede resultar atemorizador y muchas personas se ponen nerviosas en esa situación. La verdad es que la primera vez que uno besa a alguien se puede sentir raro - casi todos se sienten así en algún momento. Por eso, en el momento
de besarse o de participar en algún juego sexual, es importante estar lo más relajados posible.


- LA TERAPIA DEL BESO:

Aunque parezca insólito, algunos expertos aseguran que besar a su pareja es el mejor antídoto contra el desánimo y una excelente forma de mejorar la salud.

Existe amplia documentación científica para demostrar los beneficios de besar a otra persona, por ejemplo:
-Estimula la parte del cerebro que libera oxitocina en el torrente sanguíneo, creando una sensación de bienestar.
-Esta oxitocina, (hormona que influye en funciones básicas como el enamoramiento, orgasmo, parto y amamantamiento), está asociada con la afectividad, la ternura y el acto de tocar.
-Y los besos verdaderamente apasionados provocan la liberación de adrenalina en la sangre, lo que aumenta el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre.


-Aquí tenéis un vídeo donde se ven varias imágenes de personas besándose:

http://es.youtube.com/watch?v=JEDBv3YVq-8

Besos de pelicula

viernes, 11 de abril de 2008

Los Jovenes y el sexo

El 23 % de los jóvenes españoles de entre 15 y 24 años no toman las medidas oportunas en sus relaciones sexuales, a pesar de que son conscientes de los riesgos que conlleva una relación sexual sin protección. Así de preocupantes son los datos que arroja un estudio llevado a cabo por el grupo Schering.


La Primera Encuesta Schering sobre Sexualidad y Anticoncepción en la Juventud Española, realizada en 2002, expone que, aunque la gran mayoría de los jóvenes españoles consideran estar bien informados sobre todo lo relativo al sexo, a la hora de practicarlo no son todo lo precavidos que deberían.

Cifras alarmantes
De acuerdo con esta investigación del laboratorio farmacéutico, 4.000.000 españolas de entre 15 y 24 años se encuentran anualmente en riesgo de contraer un embarazo no deseado.

La mayoría de las mujeres que mantienen relaciones sexuales dice utilizar métodos anticonceptivos, con lo que el riesgo de embarazo no deseado por no empleo de método o por empleo de método no eficaz, es del 3,13%. Pero, este riesgo se multiplica por tres (9,8%) debido a que el 30% de las mujeres que dice utilizar el preservativo como método anticonceptivo, reconoce no emplearlo en algunas ocasiones.

A esta cifra, hay que añadirle además el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, ya que un 39% de los hombres y un 40% de las mujeres no utiliza ningún tipo de método anticonceptivo y un 23% de mujeres y un 24% de los hombres dice haberse expuesto en alguna ocasión a situaciones de riesgo.

Relaciones sexuales sin protección
La encuesta revela que la mayor parte de los jóvenes que se han expuesto a un riesgo lo han hecho al embarazo no deseado; así lo confiesan un 93% de las mujeres y un 88% de los hombres.

No haber empleado preservativo (81% de los hombres y 75% de las mujeres); el no empleo de método anticonceptivo en general (24% de los hombres y 34% de las mujeres); lo imprevisto de la relación (19% de los hombres y 18% de las mujeres) y el estado de euforia (17% de los hombres y 11% de las mujeres) provocado por el consumo de alcohol o drogas son las razones que les han llevado a esa situación.

Métodos anticonceptivos
A pasar de este preocupante porcentaje de jóvenes que no usan medidas anticonceptivas, la encuesta revela que alrededor de un 60% sí lo hacen. Entre estos, el método más usado sigue siendo el preservativo (51% de los hombres y 36% de las mujeres) seguido de la píldora (18% de las mujeres).

Sin embargo, según el grupo Schering, el grado de satisfacción es mucho más alto en el caso de la píldora (el 78% de los hombres y el 60% de las mujeres se consideran "muy satisfechos") que con el preservativo (tan sólo un 21% de los hombres y un 19% de las mujeres se declaran "muy satisfechos"). A este respecto, en cuanto a la intención de cambio de método, el 60% de las mujeres declaran optar por la píldora como próximo anticonceptivo.

Anticoncepción de emergencia
Un 95% de las mujeres y un 88% de los hombres conocen la anticoncepción de emergencia, la comúnmente llamada "píldora postcoital". Sin embargo, resulta especialmente preocupante el hecho de que todavía exista un porcentaje de los jóvenes españoles (alrededor del 12%) que lo consideran adecuado como anticonceptivo habitual.

En cuanto a su utilización, un 18% de las mujeres declaran haberla utilizado en alguna ocasión. Los principales motivos fueron: la gran mayoría de ellas (un 73%) declaran haberlo hecho por rotura del preservativo, seguido muy de cerca (39%) por no haber usado ningún otro método anticonceptivo.

martes, 8 de abril de 2008

¿¿Conoces los lubricantes sexuales??


En la época de los lanzamientos espaciales, de los grandes descubrimientos científicos y de la descodificación del Genoma Humano aún hay problemas que pueden resolverse con unas gotas de lubricante (afortunadamente). EL sexo anal y el vaginal cuando la mujer carece de suficiente lubricación natural (como en el post parto, menopausia, uso de anticonceptivos orales, etc.), conllevan sequedad en la zona y posible irritación. Los productos lubricantes funcionan disminuyendo la fricción entre dos superficies, en este caso la mucosa vaginal o anal y la piel del pene, cubierto o no por preservativo o los variadísimos juguetes sexuales.

Actualmente hay una gran variedad de lubricantes pero todos ellos se han desarrollado sobre la base de los lubricantes quirúrgicos o urológicos, utilizados para evitar rozaduras y dolor al introducir las sondas en la uretra de los pacientes o durante las exploraciones anales o vaginales, como el famosísimo gel K-Y. Los lubricantes han ayudado durante muchos años a las mujeres cuyas parejas no consideraban necesario un juego sexual previo a la penetración, que es un factor decisivo en la secreción de fluidos vaginales gracias a la excitación.

A pesar del uso tan extendido de los lubricantes, aún hay gente que no sabe lo importante que es elegirlo bien. Lo que en principio podría ser una solución ideal como cremas hidratantes, mantequilla, aceite de bebé o vaselina (petrolato, gelatina de petróleo o aceite mineral), es en realidad una trampa mortal. Todos estos lubricantes caseros tienen base oleosa o grasa, que es incompatible con el uso de preservativos y al debilitar el látex puede provocar su ruptura, con el consiguiente riesgo de embarazo y/o transmisión de enfermedades. Por eso los lubricantes de base acuosa son los aconsejados si se utiliza preservativo o diafragma, tienen la ventaja de no manchar la ropa ni las sábanas y de eliminarse fácilmente de la piel. Su desventaja es que pueden secarse si su uso se prolonga en el tiempo, pero añadir un poco más de producto es la solución. De cualquier manera, no es recomendable utilizar alimentos porque incrementan la posibilidad de contraer enfermedades infecciosas. La glicerina es un excelente lubricante compatible con el uso de preservativos y muy barato, preguntad en vuestra farmacia.

Cada pareja que decide utilizar lubricante en sus relaciones sexuales debe elegir cuál es el que mejor se adapta a sus características. Las principales presentaciones son gel y líquido, pero también hay sólidos en forma de óvulos o supositorios que tienen la ventaja de permanecer activos hasta seis horas, con lo que pueden introducirse en el ano o la vagina varias horas antes de la penetración. Un dato importante es que la OMS ha recomendado la retirada de los lubricantes que contaran entre sus ingredientes con Nonoxinol-9, un detergente útil para eliminar algunos tipos de virus y espermatozoides, por presentar riesgo de irritaciones en la piel, sobre todo la región perianal y favorecer de esta manera la transmisión de enfermedades

-El sexo durante el embarazo-



"La práctica del sexo es positiva tanto para el feto como para la preparación de la madre para el parto".

El bebé, en la panza de la madre, consigue sentir efectos positivos de la práctica del sexo, "aunque no entiende muy bien lo que está ocurriendo".

Por eso, no habría que preocuparse por algún posible 'trauma' para la criatura antes de nacer. "Ella no tiene percepción de lo que está pasando, pero se siente muy bien", señaló el médico.

El acto sexual promueve una vascularización de la región pélvica de la mujer. Con esto, el bebé "recibe más sangre" y experimenta una sensación placentera. "Además, después de que la madre tiene un orgasmo, se produce una inmensa liberación de endorfinas, que llegan por el cordón umbilical hasta el feto, dándole sensación de placer".

No hay contraindicación para el sexo durante la gravidez. La verdad, sólo hay indicaciones positivas. Las embarazadas que tienen actividad sexual tienen bebés más seguros, tranquilos y felices.

Además, durante los últimos meses de gestación, el sexo ayuda a la madre a prepararse para el parto, porque promueve la contracción uterina. Es como si realizase ejercicios para que el nacimiento luego sea más fácil.

La actividad sexual no debe practicarse durante la gestación sólo si se presenta algún problema, como el de "placenta baja", sangrado o riesgo de aborto. No obstante, en embarazos normales, el sexo es más que bienvenido.

¿Qué es la diversidad sexual?


Bajo ese término no se alude a la impresionante pluralidad de prácticas y creencias que regulan la expresión sexual en las distintas culturas del mundo. Nuestra información sobre las costumbres sexuales de las demás sociedades es muy limitada, por lo que cuando se habla de diversidad sexual se hace referencia a prácticas no heterosexuales. Las combinaciones posibles de relación sexual entre los seres humanos no son tantas: las personas venimos al mundo en cuerpo de mujer o de hombre, por lo que hay básicamente tres modalidades de pareja sexual: mujer/hombre, mujer/mujer, hombre/hombre. Pese a que cada cultura otorga valor a ciertas prácticas sexuales y denigra a otras a partir de una determinada concepción de la sexualidad, calificamos de antinatural lo que desconocemos o lo que nos parece extraño.

¿Por qué el primer tipo de pareja, la heterosexual, ha sido considerada la relación “natural”? Por su complementariedad reproductiva. Pero ¿es verdaderamente la reproducción de la especie el sentido esencial del acto sexual? No, sin embargo la tradición cultural judeocristiana occidental planea la inmoralidad intrínseca del acto sexual: el placer es malo y sólo se redime la sexualidad si se vuelve un medio para reproducir a la especie. En tal concepción subyace una creencia: las prácticas sexuales tienen, por sí mismas, una connotación inmoral “natural”, expiable con culpa y sufrimiento. Además, por valorar fundamentalmente el aspecto reproductivo, se conceptualiza la sexualidad como actividad de parejas heterosexuales, donde el coito dirigido a fundar una familia tiene preeminencia sobre otros arreglos íntimos. Por lo tanto la sexualidad sin fines reproductivos o fuera del matrimonio, no heterosexual, no de pareja, es definida como perversa, anormal, enferma, o, simplemente, moralmente inferior.

Hoy se sabe que no es válido, ética ni científicamente, fijar un imperativo moral a partir de un supuesto orden “natural”. Lo “natural” respecto a la conducta humano no existe, a menos que se le otorgue el sentido de que todo lo que existe, todo lo humano, es natural. El término “natural” suele encubrir una definición centrada en la propia cultura (etnocéntrica) que descarta otras sexualidades, estigmatiza ciertas prácticas, porque la “normalización” de los sujetos, y en algunos casos su represión. Si se insiste pensar en sexualidad derivada de un orden “natural”, habrá que hacerlo entonces con el sentido libertario y pluralista de todo lo que existe, vale.
Esa afirmación nos conduce al centro del dilema ético en relación a la sexualidad: ¿todo vale? Sí y no. Aunque todas las expresiones sexuales son dignas, también existen formas indignas, forzadas o abusivas. ¿Cómo plantear una ética sexual que reconozca la legitimidad de la gran diversidad de prácticas sexuales que existen en el amplio espacio social pero que distinga las manifestaciones negativas? Las recientes transformaciones en las pautas de ejercicio de la sexualidad están ubicadas dentro del marco de los derechos sexuales y reproductivos.

Los derechos sexuales y reproductivos son aquellos que permiten que el ejercicio de la sexualidad deje de estar subordinado a la finalidad procreativa, y evitan que la reproducción sea caracterizada como una consecuencia obligada del ejercicio de la sexualidad. Que la sexualidad ya no esté subordinada a la procreación y que no se vea a la reproducción como una consecuencia obligada del ejercicio de la sexualidad ha sido posible gracias al desarrollo de los métodos anticonceptivos. Finalmente en el siglo XX se logra separar los dos objetivos, y darle un estatuto distinto a la sexualidad humana.
Pero lo que verdaderamente introduce una nueva mirada sobre las conductas sexuales de los seres humanos es comprender dos cuestiones fundamentales. La primera es la construcción psíquica en la orientación sexual. El proceso de estructuración del deseo se da en la primera infancia, ocurre de manera inconsciente y no pasa por la voluntad. La fuerza sexual, o libido, es indiferenciada y se orienta, mediante un complejo proceso, sea hacia las mujeres o hacia los hombres. Por eso Freud pensaba que los seres humanos son originalmente bisexuales y que mediante el proceso de crianza nos decantamos hacia unos u otro sexo.

La segunda es que mujeres y hombres no son un reflejo de la realidad “natural”. Las personas no existen previamente a las operaciones de la estructura social, sin que sean producidas por las representaciones simbólicas dentro de formaciones sociales determinadas. Los antropólogos señalan que la prevalencia de un esquema simbólico dualista, donde la complementariedad productiva se extrapola y se piensa que los demás aspectos de los seres humanos también son complementarios. Al simbolizar complementariamente la condición sexual humana, se produce un sistema normativo que propicia que se vean como “naturales” disposiciones construidas culturalmente e impone la heterosexualidad como el modelo. Dicha simbolización “transforma la historia en naturaleza y la arbitrariedad cultural en natural”, como dice Bourdieu. Las personas toman por natural un sistema de reglamentaciones, prohibiciones y opresiones que han sido marcadas y sancionadas por el orden simbólico.

Los seres humanos son el resultado de una estructuración psíquica, de una producción cultural y de un momento histórico. Por eso, la manera en que las personas conceptualizan el cuerpo, el sexo y la sexualidad es de acuerdo a valoraciones subjetivas, culturales e históricas. Con estas condiciones sociales de producción de la cultura, la relación entre sexualidad y ética ha ido cambiando históricamente. La sexualidad ha estado imbuida de un conjunto de aspiraciones y regulaciones políticas, legales y sociales que inhiben muchas formas de expresión sexual al mismo tiempo que estigmatizan ciertos deseos y actos. Es prioritario diferenciar entre la sexualidad y los contenidos simbólicos que les adjudican las personas. Mientras que para unas personas ciertas prácticas per se ilegítimas para otras es el carácter ético del intercambio lo que las vuelve legítimas o ilegítimas.

Lo definitorio en relación a si el acto sexual es o no ético radica no en un determinado uso de los orificios y los órganos corporales sino en la relación de mutuo acuerdo y de responsabilidad de las personas involucradas. Así, hoy en día, en la mayoría de las sociedades modernas y democráticas, cualquier intercambio donde haya verdaderamente autodeterminación y responsabilidad mutua es ético. Tal vez por eso un valor de suma importancia es el consentimiento, definido como la facultad que tienen las personas adultas, con ciertas capacidades mentales y físicas, de decidir su vida sexual.