jueves, 20 de marzo de 2008

El negocio de las feromonas

Las feromonas son sustancias bioquímicas inoloras que se producen en nuestro cuerpo y se dispersan por el aire. Su fin principal es producir un comportamiento determinado en otro individuo, que especialmente es la atracción sexual, aunque en general podemos considerar que las feromonas llevan todo tipo de información acerca de nuestro estado actual. Así que de forma natural, según nuestro estado de ánimo y excitación sexual, la secreción de feromonas será diferente. Las feromonas llegan a nosotros a través de la vía olfativa. El órgano destinado a percibirlo es el vomeronasal (OVN), situado en las fosas nasales.

Etimológicamente proviene del griego y significa "llevo excitación". En el antiguo Egipto se usaban feromonas para la fabricación de perfumes afrodisiacos. Eran fabricados a base del sudor de hombres sanos físicamente y vigorosos, seleccionados para este trabajo y depositado su sudor en tinajas para luego ser mezclado con fragancias. Se usaba el sudor puesto que contiene gran cantidad de feromonas.

En internet podemos encontrar feromonas sintéticas para hombre, mujeres, gays y lesbianas. Además de con diferentes intensidades y fines, desde feromonas para una noche loca de excitación sexual irreprimible hasta para obtener relaciones estables llenas de cariño. También encontramos para causar una impresión efectiva en el mundo laboral, ya sea creando un ‘aura’ de liderazgo, confianza y éxito, empatía o armonía en el trabajo.

Pero ahí no queda la cosa, además existen potenciadores para generar feromonas propias, feromonas para activarte físicamente y reducir la apatía y la indecisión, feromonas para dar un equilibrio emocional, reduciendo el stress y la ansiedad, y feromonas que activan la creatividad.

El mercado de las feromonas no se ve reducido a productos en forma de perfume inoloro, fórmula concentrada o superconcentrada para su disolución, también existen pastillas de jabón, cremas cosméticas, aceites de masaje, cremas solares, inciensos, llaveros, ambientadores tanto de automóvil como domésticos, o elementos decorativos de madera.

Como se ve, el mercado de las feromonas es bastante amplio, aunque su auge se encuentra en las facilidades que se obtienen en las relaciones sexuales.

Aunque para que una fórmula funcione adecuadamente tiene que existir una mezcla estudiada de feromonas, podemos dividirlas en tres grupos, los cuales se necesitan para cualquier fórmula adecuada:

Feromonas andrógenas, que son la base de la socialización y la comunicación. Son feromonas deshinibidoras, que dan una sensación de juventud y salud. Además crean sentimientos románticos, afectivos, empáticos y de aceptación y confianza.

Feromonas típicamente femeninas y psicológicamente relacionadas con el instinto de protección, que despertan el deseo. Son la base de las formulas para mujeres, con toques de otras feromonas como las liberadoras de la respuesta sexual y la sexualidad propia.

Feromonas típicamente masculinas. Son aquellas que los hombres producen en mayor cantidad, y muy asociadas con el impulso sexual y una personalidad dominante e intimidatoria, creando la imagen del macho alfa. Otro tipo de esta clase aporta encanto, carisma y sensualidad. Para equilibrar el efecto agresivo que pueden producir estas feromonas, se combinan con feromonas que producen efectos acogedores, confortables y empáticos como las femeninas.