martes, 29 de abril de 2008

Jugamos a .......


“Siempre lo mismo y de la misma manera”, queja entre sábanas, que refleja que la rutina ha absorbido el deseo sexual de la pareja.

Si necesitas redescubrir la pasión y el placer, recuerda que la imaginación es el mejor estimulante para recrear juegos eróticos. Uno de éstos, es el juego de roles en la relación sexual “tú haz de…y yo hago de…”. Los papeles son de lo más variado en función de las preferencias de la pareja: médico y enfermera, policía y reo, profesora y alumno, jefe de aduana y viajera, etc.

Si bien es cierto que esta actividad lúdico-sexual es más apreciada entre los hombres, las mujeres con la edad lo van añadiendo a su repertorio de fantasías, con las que aumentan la motivación y el deseo sexual.

El hecho de interpretar un personaje facilita la desinhibición, rompe el esquema rígido de seducción y amplía el tiempo de juegos precoitales, tan valorado por algunas mujeres. Ofrece la posibilidad de cambiar el escenario (de la cama al salón o cocina), y de dotar de recursos eróticos al que no solía llevar la iniciativa.

El único requisito es la libertad, y que el personaje nunca llegue a dominar a la persona, sino que sea un complemento más del placer. En el código de complicidad de ambos prevalece el respeto y la alternativa de parar la representación si a uno de los dos le incomoda.

Para adentrase en el papel se pueden incorporar disfraces, ya que el mero hecho de contar con una indumentaria erótica predispone a jugar con humor y con diálogos asociados a la vestimenta. Encontramos sugerentes ejemplos, que podemos agrupar en:

- Gremios/Oficios. Hablamos de los clásicos sheriff, bombero, cowboy, mecánico, doctora, ejecutiv@, camarer@, etc. Son los que más se prestan a recrear escenas de películas eróticas.

- Cuentos. Regresamos a Caperucita Roja, Superman, Catwoman y demás Superhéroes.

- Transgresores. Los que se salen de lo convencional: mamá Noel, monja traviesa, cura rebelde, gatita, lobo, diablesa, geisha,

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